PAULITO (MI EDUCACIÓN)



Señor profesor:

6 x 8 son 48.

26 son los reyes godos.

Un río que pasa cerca de Berlín se llama Rin...



(Rin, Rin...Rin, Rin...Rin, Rin...)



Suena el teléfono.

Lo querrá coger, claro,

para algo lo patentó Alexander Bell.

Y a mí me encantaría ser como él,

pero primero quiero comentarle a usted:

Yo, de memoria, muchas cosas ya me sé.

¿Cómo hago ahora para comprenderme bien?

¿Para entender qué tengo dentro o yo qué sé?

Pues saber cosas no hace a un sabio, ¿sabe usted?



(Rin Rin... Rin Rin... Rin... Rin...)



Me espero



(…)



(…)



Señor profesor:

En el átomo hay protones y neutrones.

Y electrón es... ¡una tarjeta Visa de cojones!

(perdón)

Cada año sube más el IPC...

¡y lo privado es la hostia!

(según los USA)

Y no es que yo sea antisistema

o yo qué sé,

pero es que el sistema

ha echado del curro al papi de mi amigo Andrés.

Y al de mi amigo Paco lo ha dejado sin ilusión.

Y a la mami de Juanito le ha dado depresión.

Y yo no quiero acabar así,

pero tampoco sé dónde acudir.



Y ya sé que usted viene aquí solo a trabajar.

Suelta el rollo y, luego, a su casa a merendar.

Sé que poco a usted le pagan

para encima

llevarse mis problemas a su casa.

Pero es que lo que usted explica está en el libro.

Y sé leer.

Y lo que le estoy pidiendo

no está en ninguno

y me puede salvar la vida, ¿sabe usted?



Porque hago exámenes y siempre saco diez.

Enseño las notas a mis «papis»

y están tan orgullosos...

¡se les ve!

Me encierro en mi habitación a ver la tele.

Otra vez.

No tengo amigos, no sé cómo caerles bien.

En casa me dicen:

«¡¡Paulito, eso son chorradas!!».

«¡¡Estudia si no quieres ser un puto fracasado!!».

Y sé que ellos me querrían educar,

pero es que tienen que ir a trabajar.



Porque alguien tiene que pagar

el wifi, el coche, el parking,

la pantalla de plasma,

la primera y la segunda casa con vistas al mar,

el minibar,

la cocina nueva, las puertas correderas,

vidrieras con cortinas horteras,

los estores, el tatami, el colchón de viscolátex,

el dormitorio entero con un futón verbenero,

los muebles de caoba, los rosarios de la aurora,

las luces halógenas, las joyas erógenas,

el estucado veneciano, el acabado romano,

el ordenador Vaio,

el mosaico, el parqué,

la nevera Smeg,

el sofá de escay, la Play,

el Netbook, el e-book,

el iPhone, el smartphone,

la tablet,

la televisión por cable,

el aire acondicionado,

acondicionar el baño con grifos de Grohe,

con aromas de aloe,

con bañomasaje y jacuzzi,

teniendo en cuenta el feng shui

y «la puta mare que els va arribar a parir!!».



La reforma de las vigas del desván

y los juguetes de «tapar» que ellos nunca están.

Todos los juguetes de «tapar».

Los juguetes de:

«¡¡calla, niño, y déjanos de molestar!!»

que se acumulan

bajo las antiguas vigas del desván.



Así que,

¿me puede usted dar alguna indicación

para poder encaminar mi educación?

Por favor,



(Rin, Rin, Rin, Rin)



señor…



(Rin, Rin, Rin, Rin)



profesor.



(Rin, Rin, Rin, Rin)





Me espero.











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