ROTAS
Todo se rompió tras un golpe...tan certero.
Pero me mantuve firme en forma.
Como se mantienen los pedazos de un espejo
esperando a que uno solo
caiga,
para desplomarse entero.
Me mantuve resquebrajado,
permitiendo,
incluso,
que otros se reflejaran en mi ejemplo.
Y ahora,
que apareces de imprevisto,
resquebrajadas ya,
mi casa,
mi entorno,
mis antes,
mi base,
mi bolsillo,
mi ropa...
ahora,
que amenazas,
incluso,
con importarme:
Me escondo las mangas del jersey
para que no veas que están
rotas.
Me escondo las suelas
para que no veas que están
rotas.
Me escondo el orgullo
para que no veas que está
roto.
Me escondo la ilusión
para que no veas que está
rota.
Y me escondo la necesidad
para que no veas que está
intacta.
Y me repelo,
al preferir seguir viendo mi cara
reflejada entre mil grietas,
a arriesgarme a sentir
tus manos tan cercanas,
que pudieran,
en una caricia,
en un entrelazo
o en una despedida,
darme el último golpe,
el tan certero,
que derrumbaran
mi telaraña de pedazos,
contra el suelo.