ROTAS
Todo se rompió tras un golpe...tan certero. Pero me mantuve firme en forma. Como se mantienen los pedazos de un espejo esperando a que uno solo caiga, para desplomarse entero. Me mantuve resquebrajado, permitiendo, incluso, que otros se reflejaran en mi ejemplo. Y ahora, que apareces de imprevisto, resquebrajadas ya, mi casa, mi entorno, mis antes, mi base, mi bolsillo, mi ropa... ahora, que amenazas, incluso, con importarme: Me escondo las mangas del jersey para que no veas que están rotas. Me escondo las suelas para que no veas que están rotas. Me escondo el orgullo para que no veas que está roto. Me escondo la ilusión para que no veas que está rota. Y me escondo la necesidad para que no veas que está intacta. Y me repelo, al preferir seguir viendo mi cara reflejada entre mil grietas, a arriesgarme a sentir tus manos tan cercanas, que pudieran, en una caricia, en un entrelazo o en una despedida, darme el último golpe, el